Luego pensé: "qué se yo, a lo mejor ha cobrado una herencia o algo de eso, un pariente emigrante que le dejó parte de lo ganado en vida y en su último aliento se acordó de su estirpe asturiana.
Cuando mi amigo me mandó una foto de su casa a pie de puerto, caí de la burra...

Me encanta este Gran Premio, siempre me ha "prestado" el glamour que rodea Mónaco, y más en estos días en que este bello Principado se asemeja más a un plató de cine que a un circuito de carreras.
Qué hermoso ver la foto de mi amigo: un Principado dentro de otro, la sidra dentro del champán, la madreña junto al tacón alto, el xiringüelu junto al vals, Letizia de compras con Carolina, y en los bares una de parroches con caviar... Quiero ir a Mónaco ya!